Este jueves hice una visita partiendo de la plaza de Bolívar por la calzada romana a la colegiata de zenarruza. Había estado anteriormente en la zona, pero esta vez me encontré con algo nuevo que me sorprendió gratamente.
Llegué sobre las 10 de la mañana y al adentrarme en la iglesia vi y oí a los monjes en la liturgia de la tercia (tercera hora desde la salida del sol, se relaciona con el momento de la crucifixión de Cristo).
Hace años que no estaba allí. Sin embargo, recordé que, al igual que en las anteriores ocasiones, lo que más me atrajo fueron las tallas y pinturas que conforman el retablo central.
Este tiene cuatro tablas centrales platerescas de cuidada elaboración y una talla de la virgen del siglo XlV preciosa. El mueble está pintado con fuertes azules blancos y dorados poco habitual en Bizkaia, estos le dan al retablo una alegría especial.
Seguí dando un paseo por la zona. ¡Que sorpresa! Descubrí por casualidad el centro de interpretación de energías renovables Bengola, en el valle de Lea.
Su arquitectura exterior me sorprendió y aunque no pude entrar por encontrarse cerrado, si pude atravesar el puente cubierto hecho a base de cuatro placas de hierro cosidas. Una maravilla situada en un entorno que lo hace aún más bello.