Hola de nuevo!
Estos últimos meses he deambulado por lugares que me han sorprendido y he disfrutado de manera especial.
Recorriendo tierras segovianas he visto un árbol que por estas fechas otoñales estamos acostumbrados a ver pero que por su tamaño y su intenso color amarillo me ha llamado la atención de manera especial: era como si un pequeño sol saliera de la tierra.
Al ver la fotografía me doy cuenta que no hace justicia a lo que vi, pero de cualquier modo me acerca un poco al sentimiento que me produjo. Por eso no me gusta salir reflejada en ninguna foto, no me reconozco en casi ninguna.
En otra foto aparece un gran muro de piedra, que pertenece a las hoces del río Duraton,
geografia poco común fácil de andar y disfrutar.
Por último también os muestro dos fotografías de elementos naturales con intervención humana. La primera es un árbol del Real Palacio de la Granja de San Ildenfonso, se podría vivir en él, es un pequeño rascacielos.
La segunda es un pedazo de la senda real que recorre los alrededores de la granja en la que se funde la calzada con la naturaleza. Se construyó para que el rey pasease y pescase cómodamente. El paso del tiempo hace que los grandes elementos de piedra que construyen el sendero parezcan fruto de eso, solo del tiempo.